
Gabe Marcelo era un joven de 26 años fanático de los videojuegos, especialmente, de la saga Legend of Zelda. Soñador, entusiasta y, según su mamá, un excelente hijo; este muchacho solo tenía un problema: padecía cardiopatía congénita (o CHD), una grave enfermedad que afectaba su corazón y lo obligó a someterse a múltiples cirugías con el fin de alargar su tiempo de vida.
Como es lógico, Gabe no tuvo una vida normal: sus necesidades eran diferentes y sus posibildades también lo eran. Pero diferente no quiere decir peor; Gabe vivió su vida en su propia fase y a su propio ritmo, y, afortunadamente, encontró en los videojuegos una pasión que lo motivaría a seguir y sonreír un día más.
Desde niño, fue un gran fan de Nintendo. Super Mario Bros. 2, Excitebikey The Legend of Zeldaeran sus juegos favoritos. Y aunque, recientemente, se encontraba inmerso en las aventuras de Final Fantasy XIV, en su corazón las palabras de otro título lo desvelaban: "Breath of Wild".
Gabe era consciente de su condición. Gabe estaba al tanto de que le quedaba poco tiempo de vida. Gabe tenía solo una petición antes de partir: jugar a Legend of Zeldauna última vez.
Y al final, pudo hacerlo
Nintendo makes dying Zelda fan's wish come true https://t.co/lFvkvt2pFw pic.twitter.com/kH9Vw59rfM
— GoNintendoTweet (@GoNintendoTweet) February 6, 2017
A consecuencia de su deterioro de salud, Gabe no pudo asistir al festival PAX, en donde pretendía probar la demo del juego que tanto anhelaba. Los meses pasaron, y la fecha lanzamiento de "Breath of Wild" estaba cada vez más cerca; irónicamente, Gabe también se acercaba a su final (por lo menos en esta Tierra). Motivados por cumplir este último sueño, su familia intentó ponerse en contacto con Nintendo a toda costa, y luego de recibir el apoyo de la comunidad de Internet mediante un pedido hecho en Reddit, Nintendo contestó a la petición y permitió que el joven jugara a la última entrega de Legend of Zelda. Tras jugar 30 minutos y recibir decenas de regalos, el muchacho regresó con su deseo cumplido.
«La noche antes de morir, me llamó a su habitación. Quería ver el último tráiler de dos minutos. Lloró cuando los colores, sonidos y escenas de acción aparecían en la pantalla. Al finalizar, dijo "se lanza el 3 de Marzo, lo voy a conseguir". Le recordé esa noche que él ya había jugado a Zelda... Pero sabía lo que quería decir».

Desde el primer momento en el que leí esta noticia, mi intención fue evitar el morbo; en otras palabras, no estoy tratando de hacer tráfico con los sentimientos y las pérdidas. Pero a pesar de esto, no puedo evitar mencionar esas últimas palabras, esa declaración de esperanza final que Gabe nos dejó a todos.
Siempre me dijeron que los videojuegos solo servían para evadir la realidad, para perder el tiempo y para distraerse; pero Gabe encontró una realidad complementaria a la suya que lo hizo aprovechar su tiempo al máximo y lo impulsó a abstraerse para encontrar su lugar. The Legend of Zelda, como tantos otros títulos, se convirtieron en su pasión; en una oportunidad por experimentar y conectarse consigo mismo y con otros. Su corazón no era un impedimento. Era un aventurero corriendo libre por las praderas de Hyrule; viajaba en el tiempo, resolvía misterios y rescataba a sus seres amados.
Su familia entendía bien esto. Su hermano, quien fue el compañero de juego de Gabe durante toda su vida, sabía que cuando jugase a Breath of Wild no estaría solo: "Gabe será mi Navi, me guiará por el juego todo el tiempo", afirmó. Y estoy seguro que es así. Porque más allá de nuestra mortal y frágil humanidad, permanecemos eternos dentro de aquello que amamos.
«Es hora de despertar. Un grandioso destino aguarda, uno que solo el elegido puede afrontar». —The Legend of Zelda: Skyward Sword—.
Podría interesarte: Breath of the Wild: este es el nuevo y emotivo tráiler de The Legend of Zelda para Nintendo Switch
Esperamos tus comentarios.