
La espera por una vacuna y un tratamiento "universal" para el coronavirus será larga. Los especialistas en salud calculan de 12 a 18 meses sólo para el inmunizador, y de hecho, cada recuperación reportada hasta ahora se ha logrado probando diferentes tratamientos según el historial del paciente.
No obstante, existen ensayos clínicos con medicamentos que han dado una gran respuesta mayoritaria. Destacan por ejemplo, los casos de la colchicina (desinflamatorio) y la ivermectina (para tratar infecciones parasitarias), ambos de uso comercial controlado, de amplia distribución en todo el mundo, y sorprendentemente, efectivos para reducir complicaciones propias del COVID-19.

En esta vertiente, la Universidad de Oxford en Reino Unido ha descubierto que la dexametasona reduce las complicaciones y la letalidad en casos positivos de coronavirus.
¿Qué es la dexametasona?

Es un corticosteroide (hormona natural producida por las glándulas suprarrenales.) De forma comercial, se utiliza para reemplazar este producto químico si el cuerpo no produce suficiente.
Con su administración, ayuda a aliviar la inflamación cutánea y a tratar ciertas formas de artritis; así como alergias, asma, trastornos de la sangre, los riñones, los ojos, la tiroides y los intestinos. En algunos casos, también es auxiliar en tratamientos de cáncer.

¿Cómo ayudó la dexametasona a trataer el coronavirus?
El grupo de Oxford destinado al estudio, describió para varios medios la mecánica de toda la investigación: se analizaron a 2,104 pacientes infectados con COVID-19 y a todos se les administró dexametasona.

Su monitoreo se comparó al de 4,321 pacientes que recibieron cuidados habituales contra el coronavirus.
En los resultados comparativos, la dexametasona logró recuperaciones más exitosas y menos complicaciones secundarias: se encontrón que la mortalidad entre los casos que requirieron respiración asistida fue del 41%, mientras que los que necesitaban oxígeno registraron una tasa de mortalidad de sólo el 25%.

Entre los pacientes con casos menos graves (que no necesitaron las dos intervenciones anteriormente citadas) la mortalidad fue del 13%.

En conclusión, el doctor Martin Landra —líder de la investigación— aseguró que la dexametasona podría convertirse en el "fármaco de tratamiento universal" para el coronavirus, ya que resulta un buen auxiliar incluso en los casos más graves de infección:

En cuestión de pandemias, cualquier esperanza científicamente avalada representa una excelente noticia. Si la vacuna tarda, al menos la investigación de Oxford refleja que el virus podría ser tratable con dexametasona en la mayoría de los casos.
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