El declive del metabolismo comienza antes de lo que creías: ¿cómo puedes contrarrestarlo?

Seguramente conozcas estas frases: «tengo un metabolismo rápido, por eso no engordo» y «no puedo perder peso por mi metabolismo». Parece que esa palabra se usa como excusa o como forma de alardear de la delgadez, pero ¿qué significa realmente?

Se denomina metabolismo al proceso por el cuerpo convierte los alimentos en energía. Con los años, este se vuelve un poco más lento y por eso deja de ser tan fácil perder peso. Muchos creen que eso sucede en la adultez, pero en realidad el enlentecimiento comienza mucho antes de lo que creías.

¿A qué edad se enlentece el metabolismo?

El metabolismo comienza a declinar a partir de los 25 años, pero no comenzamos a sentir sus efectos hasta los 30. Según una entrevista de The Cut con la doctora Holly Lofton, directora de control de peso en el centro médico NYU Langone Health, «el metabolismo decrece casi linealmente con la edad. La razón por la que los 30 son una década importante es porque es la primera década en la que ya no estamos aumentando la producción de huesos. Por lo tanto, si no aumentamos la masa muscular, el metabolismo decae».

En definitiva, si a partir de los 30 años no trabajamos para aumentar la masa muscular, entonces nuestros cuerpos acumularán grasas con mayor facilidad.

«La disminución del metabolismo es una parte inevitable del envejecimiento», explicó, «pero podemos compensarla siendo muy, muy cuidadosos. Monitorear la actividad física y el consumo de alimentos lleva mucho trabajo». La experta también señaló que no existen curas rápidas y caseras para acelerar el metabolismo, como el agua con limón o la pimienta de cayena: la única manera de mantenerse en forma cuando llegan los años es siguiendo una dieta saludable y haciendo ejercicio.

Hacer ejercicio para aumentar la masa muscular, como pesas o crossfit, puede ser una buena manera de compensar el declive del metabolismo. No hay una solución mágica e instantánea: los años no vienen solos, solo puedes ayudarlos a que vengan bien.

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