Aunque no nos demos cuenta, a diario llevamos adelante determinados hábitos que consideramos de lo más naturales, como sentarnos varias horas frente a la computadora, comernos las uñas o utilizar zapatos incómodos. Sin embargo, resulta importante saber que este tipo de conductas (por insignificantes que parezcan) realmente pueden dañar nuestra salud. Hoy te contamos sobre 10 de ellas.
10 hábitos que crees muy naturales pero pueden dañar seriamente tu salud

1. Estar sentado durante mucho tiempo

Hoy día podríamos afirmar que el estilo de vida imperante es el sedentario. Ya no tenemos que trabajar la tierra ni salir a cazar para conseguir alimento y ya no nos movemos tanto para comunicarnos con otras personas.
Y, por supuesto, tener acceso al alimento y poder comunicarnos a cualquier distancia con casi todo el mundo tiene sus ventajas pero también debe despertar una llamada de atención con respecto a nuestro cuerpo.
En efecto, la falta de ejercicio físico puede provocar exceso de peso, diabetes, presión arterial alta e incluso problemas graves del corazón. Está claro que trabajar o estudiar varias horas seguidas en la misma posición no ayuda a disminuir las probabilidades de padecerlas.
Se ha demostrado, por ejemplo, que caminar cada tanto puede ayudar a reducir los efectos negativos. Intenta entonces caminar y pararte todo lo que puedas y no olvides incluir una rutina de ejercicio físico en tu semana.
2. Comerte las uñas
Este hábito está estrechamente ligado con el estrés y el nerviosismo. Comerse las uñas puede provocar daños en las uñas en sí pero también provocar infecciones en la piel.
Además existe una probabilidad alta de que al llevarnos las uñas a la boca se introduzcan gérmenes en el cuerpo que generen infecciones respiratorias.
Este hábito también puede generar daños en el esmalte de los dientes o incluso puede provocar quebraduras. Si eres de los que tiende a comerse las uñas con frecuencia piensa qué es lo que te genera ansiedad e intenta destrabar el origen de ese nerviosismo.
3. No tener una rutina de descanso

Mirar televisión o quedarnos hipnotizados con una serie hasta tarde e incluso beber alcohol antes de dormir son de esos hábitos que interfieren en nuestro descanso. Fumar tabaco y realizar actividad física en exceso en las últimas horas del día también pueden perjudicar la calidad del sueño.
La falta de un descanso propicio produce molestias físicas y emocionales al día siguiente como la fatiga y el mal humor. La carencia de sueño puede incluso provocar a largo plazo problemas cardíacos y cognitivos. Por fortuna existen formas de modificar este hábito y de poder concretar una rutina de descanso que garantice un sueño profundo y reparador.
4. No lavarte los dientes y olvidarte del hilo dental
Muchas veces nos sentimos cansados antes de irnos a dormir y nos olvidamos de pasarnos el hilo dental o incluso dejamos el lavado de dientes para el día siguiente. Quizá por las mañanas tampoco encuentres un momento para hacerlo.
Pues resulta que olvidarse de utilizarlo y obviar el lavado de la dentadura puede ser más grave de lo que imaginas. Ambas conductas, si se convierten en un hábito, aumentan el riesgo de padecer problemas bucales como el sarro, las caries y el desgaste del esmalte.
Las bacterias que se alojan en los dientes y en las encías son las responsables de estas consecuencias. Mejor recuerda lavarte los dientes después de cada comida y no olvides pasar el hilo dental a diario.
5. Estar frente a una computadora todo el día

Ya sea por estudio, trabajo u ocio (o los tres factores combinados) la mayoría de las personas pasan demasiado tiempo de sus vidas frente a la computadora. Se ha comprobado que pasar largas horas frente a este dispositivo tecnológico aumenta las probabilidades de sufrir afecciones visuales severas como pérdida de visión y daños en la retina. Procura entonces descansar la vista cada 20 minutos y respeta una distancia prudencial entre tus ojos y la pantalla.
6. Aguantar el pis
Aguantar las ganas de ir al baño puede ser más perjudicial para tu salud de lo que alguna vez pensaste. Si bloqueamos el llamado de la naturaleza es probable que se multipliquen bacterias en la zona que puedan producir más tarde infecciones en el tracto urinario y en los genitales. Aguantar el pis también puede provocar daños en los riñones. Entonces, cuando tengas que ir, no lo dudes, ve.
7. Encorvarse

Los daños a la salud de este hábito no son nada nuevos pero lamentablemente todavía muchos de nosotros continuamos haciéndolo todos los días. Encorvar la espalda hace que nuestra cabeza quede hacia adelante lo que provoca un peso extra sobre el cuello. Esta tensión excesiva suele producir contracturas e incluso dolores de cabeza.
Una mala postura también es perjudicial para la salud de nuestra columna ya que aumenta las posibilidades de sufrir dolores, hernias o pinzamiento de nervios. También se ha demostrado que encorvarse complica el normal funcionamiento del sistema digestivo ya que los intestinos quedan comprimidos. Recuerda siempre mantener la columna erguida y los pies bien colocados sobre el suelo.
8. Llevar un bolso pesado en un solo hombro
Tanto hombres como mujeres solemos cargar en exceso nuestra espalda. Los bolsos de una sola tira, a diferencia de las mochilas, colocan el peso total sobre un solo hombro lo que genera una presión excesiva en los nervios. Como consecuencia se dan dolores de hombro, espalda y brazos. Ya sabes, si vas a cargar muchas cosas intenta utilizar una mochila en la que el peso quede equilibrado en ambos lados del cuerpo.
9. Usar zapatos incómodos

De solo verlos podemos darnos cuenta que los tacos altos producen dolores. Lo cierto es que este tipo de zapatos pueden además afectar a largo plazo la salud de los pies, las rodillas, la cadera y la espalda. Por otra parte, las chancletas u ojotas también producen daños en el cuerpo ya que no brindan un sostén adecuado. Para todos los días intenta en todo caso utilizar zapatillas que te sean cómodas para caminar y que sostengan adecuadamente tus pies.
10. Mascar chicle todo el tiempo
Mascar este tipo de golosinas produce una tensión excesiva en la mandíbula y puede generar problemas en la zona. Además al comer chicle incorporamos aire extra al estómago lo que produce un exceso de aire y más probabilidades de tener gases.
En definitiva, siempre es importante revisar nuestros hábitos diarios. Precisan especial atención aquellos que consideramos pequeños o insignificantes o que simplemente los damos por sentado porque los hacemos hace mucho tiempo. Esperamos que te sea de utilidad esta información y que la tengas en cuenta para que de esta forma puedas evitar conductas que, a largo plazo, podrían dañar tu salud. Y tú, ¿tienes algunos de estos hábitos?
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