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Esto es lo que le sucede a tu cuerpo cuando empiezas a practicar yoga

Por:
Univision
Publicado el 17 jul 17 - 07:30 PM CDT. Actualizado el 14 mar 18 - 07:48 AM CST.

En estos últimos años, han proliferado los centros de yoga y las clases disponibles en Internet son casi incontables. Gracias a la amplia difusión de esta práctica milenaria todos sabemos que resulta beneficiosa tanto para el cuerpo como para la mente. Aquellos que la practicamos con frecuencia sabemos la sensación de bienestar que nos inunda cuando finaliza una clase.

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Ahora, ¿sabemos con exactitud cuáles son las bondades del yoga y cómo nos transforma? De acuerdo con yoguis expertos, los beneficios del yoga pueden verse desde el día 1: mayor flexibilidad, más fuerza, un sistema inmune fortalecido y (el más conocido) menos estrés.

Para que tengas una idea más clara de qué es lo que le sucede a tu cuerpo cuando empiezas a practicarla, hoy te contamos los cambios que se dan en general a medida que pasa el tiempo.

Luego de la primera clase

Luego de la primera clase o cuando la retomas luego de un tiempo prolongado, es probable que sientas varias sensaciones. Emily Morwen, cofundadora de Modo Yoga en LA, afirma que puedes sentirte un poco extraño: puede que hayas sudado más de lo que imaginabas y que sientas un ligero dolor en músculos que ni siquiera sabías que existían.

Muchas personas se sienten además un tanto frustrados en la primera clase porque imaginan que nunca llegarán a lograr la flexibilidad de sus compañeros (y ni que hablar de su profesor). Por fortuna ya desde la primera clase se sienten los hombros y los brazos más fuertes y un mayor rango de movimiento corporal.

Después de una semana

Luego de la primera semana de clases, lo más probable es que hayas tenido 2 o 3 sesiones de esta nueva práctica. Para este momento puede que te sientas como en una luna de miel: no puedes creer lo bien que te sientes, ni lo bien que te salen determinadas posturas básicas. Ya sientes mucho más flexibles determinadas partes del cuerpo y eso también se percibe con ánimo y entusiasmo.

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Para tu tercera o cuarta clase ya tendrás una idea más clara de cómo respirar y cómo mover tu cuerpo. De seguro también comiences a descansar mejor y a notar cambios positivos en tu piel.

Luego de un mes

Una vez que hayas cumplido un mes de práctica constante de yoga es posible que ya sepas cómo manejar el estrés de tal forma que no afecte tanto tu bienestar físico ni emocional. Por supuesto, no tienes quizá la paz interior de un monje budista, pero al menos notas que ya tu cuerpo no se tensiona como antes y que te enojas con menos frecuencia.

También es probable que sientas tu torso más erguido y más fortalecido que al empezar y que te sientas más seguro en posturas que al principio te costaban más.

Es preciso recordar además que el yoga nos fuerza a estar en el presente y que determinadas posturas pueden generar la apertura (y salida) de ciertas emociones reprimidas. No te preocupes, es una parte normal del proceso. No tienes más que recibir con compasión y afecto esas emociones y tomar la enseñanza que tienen para dejarte.

Luego de un año

Si ya ha pasado un año en el que te has involucrado en clases regulares, verás que ya conoces la mejor forma de respirar, sabes cómo concentrarte, cómo moverte y cómo tratarte a ti mismo y a los demás. Ya no gastas energía en criticar o tener pensamientos negativos de los demás o de ti mismo sino que te mueves en paz. Cultivas tu presencia y tienes menos apego a las cosas materiales y a las personas.

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Desde un punto de vista físico ya cuentas con un cuerpo más esbelto y con un equilibrio que jamás imaginaste que tendrías. Y como de seguro te sientes más confiado es probable que estés listo para salir de la colchoneta y probar distintas locaciones para realizar tus posturas.

Después de 2 años

2 años después de la primera clase de yoga de seguro te sentirás mejor que a tus 15 años. Estás rejuvenecido, pleno de energía y buena voluntad. Además te darás cuenta de que puedes realizar sin problema aquellas posturas que te parecían imposibles de ejecutar.

Luego de 50 años

50 años es toda una vida. Pues luego de este tiempo haciendo yoga no hay dudas de que estarás más flexible, sereno y sabio. Tu cuerpo estará más fuerte que el 99 % del resto de las personas de tu edad y sabrás que tienes un físico disponible para realizar casi todas las actividades que desees. La movilidad, el equilibrio y un sistema digestivo en buen estado ya serán atributos que darás por sentado porque gozas de ellos hace tiempo. No querrás más que continuar con la práctica para seguir disfrutando de sus múltiples beneficios.

Si bien al principio puede resultar desafiante e incluso intimidante, con el tiempo irás viendo los resultados de la práctica constante y de seguro quienes te rodean también lo harán. Ahora ya tienes un panorama más claro de los cambios que se van sucediendo a lo largo de los años en virtud de esta magnífica disciplina. ¡Esperamos que te inspires y que te animes a probarla!