
Hay veces en que los niños quieren comer el mismo platillo siete veces a la semana ¡y no se aburren!
También hay otros pequeños (que llamamos 'quisquillosos', 'melindrosos' o 'remilgosos') que examinan todo lo que se comerán y si encuentran algo que no les gusta, simplemente lo rechazan.

Ante esta situación, los papás nos preocupamos porque realmente estén ingiriendo la cantidad correcta de nutrientes que necesita paran su desarrollo, y por ende, no tengan problemas de salud.
Una forma de averiguar si tu hijo presenta una falta de nutrientes o algo no anda bien en su alimentación, es observarlos y detectar cualquiera de estas señales.

1. Cansancio, somnolencia o depresión
Se dice que un niño sano tiene una energía inagotable. Así que si nuestros hijos prefieren quedarse a ver televisión, dormir o evitar cualquier actividad física, es porque podrían tener una deficiencia de hierro.
2. Falta de concentración o problemas de aprendizaje
La deficiencia de zinc está relacionada con el déficit de atención. Si tu hijo no ingiere suficiente carne, vegetales, frijoles y/o granos integrales, lo más probable es que no logre enfocar su atención.

3. Piel seca
La falta de vitaminas se refleja en la piel, tanto en la textura como en el color, ya que se puede tornar un poco amarilla y pálida.
Tal vez le falte hidratación o más ingesta de ácidos grasos esenciales, vitaminas A, E y D, potasio.
4. Pérdida de peso
Es una señal inequívoca de que algo está pasando con el pequeño, como una mal nutrición, mala absorción de nutrientes o problemas de salud.

5. Estreñimiento
Cuando nuestro hijo come solo unos cuantos alimentos, es normal que le falten nutrientes como la fibra, la cual ayuda a que su intestino trabaje correctamente.
6. Irritabilidad
Si el pequeño se la pasa de mal humor, tiene cambios de humor repentinos, llora sin razón o está ansioso, puede que le hagan falta nutrientes o no esté comiendo adecuadamente.

7. Retraso en el crecimiento
Una falta de nutrientes o una mala alimentación se refleja cuando el niño no tiene una estatura y talla adecuadas para su edad.
No obstante, un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition reveló que los niños 'quisquillosos' no siempre tienen deficiencias nutricionales si se les controla el consumo de azúcar; sin embargo, suelen tener bajos niveles (pero no alarmantes) de caroteno, hierro y zinc.
Este texto fue publicado originalmente en Naran Xadul.
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