
El cuidado de los bebés es algo que pone muy nerviosas a las mamás primerizas, especialmente el momento del baño. Para que esta actividad sea mucho más fácil, y tu pequeño lo disfrute, sigue estos sencillos tips.
Con una esponja
Si se trata de los primeros baños de tu bebé, lo mejor es no introducirlo a la tina, sino hacerlo con la ayuda de una esponja. Recuesta a tu pequeño sobre una superficie plana y mantenlo envuelto una toalla, sólo debes descubrir las partes donde pasarás la esponja, así se mantendrá calientito. Seca de inmediato su piel.

Agua tibia
Una vez que tu bebé ya está listo para bañarse en la tina o la regadera, es importante que te asegures de que el agua no está muy fría o muy caliente, ya que esto puede ser la causa de su llanto. Para revisar que la temperatura es adecuada, introduce tu codo, pues esta parte es más sensible.
La Asociación Española de Pediatría recomienda que la temperatura del agua se mantenga entre los 36° y los 38° grados celsius. A la vez, lo mejor es duchar al bebé en una habitación cálida y que no tenga corrientes de aire. El baño debe ser rápido, entre 5 y 10 minutos, de lo contrario, el agua estará fría.

Convierte el baño en un juego
Haz que tu bebé se divierta durante el baño para evitar que se asuste. Puedes cantarle e interactuar con él, o bien, darle sus juguetes para que se mantenga entretenido.

No mojes su cabecita
Es común que los pequeños se asusten cuando sienten el agua directa en su cabeza y carita. Para evitarlo, lo mejor es asear su rostro y cabello con una esponja o una toalla húmeda.

Sigue un orden
Lo ideal es que sigas un orden en cada baño, es decir, empezar por su cabecita, seguir con el torso y los brazos, y seguir hasta terminar. Así tu bebé se irá acostumbrando y no lo tomarás por sorpresa.

Ayuda a que se familiarice con el baño
Puedes hacer que tu bebé vea caricaturas o vídeos infantiles donde los personajes tomen un baño. Así, lo verá como algo normal y divertido.

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