Diana Oliva
3 de abril de 2019

Es posible que al mirar a una mamá en acción en el baño de algún restaurante (limpiar y cambiar el pañal de su retoño), te preguntes: ¿por qué razón se fija en la popó del niño? Sí, a simple vista puede resultar 'asqueroso', sin embargo, este desecho corporal puede de que algo no anda bien internamente. Importante si consideramos que los bebés no pueden hablar.
Ahora la duda es, ¿qué color y textura de popó es la normal? Muchas madres, que no son primerizas, saben en basé de la experiencia que las evacuaciones de un pequeñín de tres a seis meses, que sólo se alimenta de leche materna, son de color amarillo y blandas.

Negra o verde oscuro
De acuerdo al instituto médico Mayo Clinic, la primera popó del bebé, después de nacer, es oscura y se le conoce como meconio; está compuesto por líquido amniótico, moco, lanugo (vello fino que cubre el cuerpo del bebé), bilis y células del tracto intestinal.

Color tostado
Es normal y sucede cuando tu hijo empieza a ingerir leche de fórmula. Otro cambio que se dará con la transición de alimentación es en la textura: será firme, pero más suave que la mantequilla de cacahuate.
Amarilla verdosa
¡Tranquila, todo está en orden! Al ingerir la leche materna, el meconio es remplazado por lo que las heces adquieren un aspecto granulado similar al de la mostaza.

Verde espumoso
Significa que hay una infección intestinal. De acuerdo a Wendy Hunter, pediatra del grupo médico de atención primaria, La Jolla, este tipo de afección puede surgir cuando un bebé pasa de un seno a otro en la misma succión o que la leche tiene un alto contenido de grasa.
Negro
Si dura por muchos días puede ser señal de que hay sangre digerida o demasiado hierro.

¿Cuándo correr al médico?
De acuerdo al instituto médico Mayo Clinic, debes alarmarte cuando la popó sea:
- Color rojo y sanguinolento.
- Color blanco.
- Son repentinamente más frecuente y líquidas.
- Son menos frecuentes de lo normal, duras y secas.
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