
Educar a un hijo es una gran trayectoria de aciertos y errores. Cada familia es distinta y, por eso, hay respetar las elecciones y costumbres de cada una. Sin embargo, ciertos aspectos en común deben ser tenidos en cuenta para la educación de cualquier niño.
Gran cantidad de terapeutas han admitido su preocupación por las frases que los niños pueden oír en sus primeros años de vida. Una lista fue elaborada por la psicóloga, Ramy Arany, a partir de las experiencias que le ha toca vivir en su consultorio desde hace 20 años: niños que crecieron afectados por ese comportamiento o padres que reconocieron el error y buscaron ayuda profesional.

Ramy afirma que es necesario tener precaución con las actitudes que uno tiene con sus hijos cuando son muy pequeños:
«Desgraciadamente, todas estas expresiones traducen una realidad dura y muy difícil de ser transformada para un niño. A menudo crecen oyendo frases desafortunadas y se transforman en un joven o en un adulto problemático, con complicaciones emocionales y mentales, rebeldes o agresivos».
Te mostramos 34 frases, dividas en cinco tipos, para que comprendas por qué pueden ser perjudiciales para tus hijos.
Frases que afectan la crianza de un niño

Grupo 1
1) Vuelvo rápido (cuando en realidad no vas a volver)
2) Si te comes todo, te doy un dulce de regalo
3) Viajamos sin ti pero te traemos un dulce de regalo
4) Si haces lo que pido te llevo a dar un paseo
5) Hoy no puedo verte, pero mañana sí
6) Esta vez no voy a poder ir a este acto escolar, la próxima será
7) No puedo jugar contigo porque estoy trabajando
8) Si te va bien en el examen te doy lo que quieras

¿Por qué no decirlas?
La terapeuta explica que esas frases son sólo estrategias momentáneas para hacer que el niño acepte situaciones o condiciones que pretenden los padres. A eso se le suma el sentimiento de abandono y desconfianza que -muchas veces- provoca que esas mismas promesas jamás sean cumplidas: «Para que un acuerdo sea positivo, debe ser cumplido», subraya. Ramy comenta que los niños que pasan por estas situaciones, generalmente empiezan a decir, en momentos similares, que los padres están mintiendo o diciendo eso sólo para tratar de engañarlos.
Grupo 2

9) A tu amigo le fue mucho mejor que a ti en la prueba
10) ¡Todo lo que haces es feo!
11) No hagas eso, pareces un un tonto (en una situación determinada)
12) Tu primo es más inteligente o bonito que tú
13) Si continúas comiendo de esa manera, ¡vas a estallar!
14) Péinate bien el cabello
15) Mi sueño es que un día seas delgado
16) Sólo podías ser tú (para alguna situación que se sale de control)
17) ¡No sabes pensar!
18) No tienes talento para eso (deportes, habilidades manuales)
19) ¡No sabes hacer nada bien!

¿Por qué no decirlas?
Según la experta, en estos ejemplos, los padres se disponen a despreciar a su propio hijo, comparándolo con otro. Se atreven a colocarlos en una posición inferior para que se sientan menos importantes o no capaces. Estas sensaciones influyen directamente en la construcción de la personalidad y la autoestima de los pequeños.
Grupo 3

20) Eres es un sinvergüenza
21) Tu comportamiento me avergüenza
22) ¡Mira esta ropa que estás usando!

¿Por qué no decirlas?
Frases que afectan la dignidad del otro siempre deben, en cualquier situación, ser evitadas. Con las niñas el problema es aún más grave. En estos ejemplos, el padre, además de afectar la moral, puede estar depreciando la imagen femenina, hablando de forma abusiva, reforzando el prejuicio de género y la cultura de la violación. Incluso, puede privar a la mujer de su propia libertad porque siempre la coloca como culpable, aún en casos de maltrato: «esto interfiere en la auto-imagen del niño y causa serios trastornos de sexualidad, como bloqueos sexuales, dificultades para relacionarse y tendencia a la separación», puntualiza Ramy.
Grupo 4

23) Tú eres el culpable (ante un inconveniente)
24) Estoy enfermo por tu culpa
25) Nos peleamos por tu culpa (cuando los padres discuten)
26) Todo ha sido culpa tuya
27) Tenías que ser tú (cuando una situación se sale de lo esperado)
28) ¡Cómo me irritas!
29) ¡Tú no te mereces esta familia

¿Por qué no decirlas?
Las sentencias que transfieren la culpa de ciertas situaciones a los niños hacen que ese individuo, al crecer, asuma siempre responsabilidades que no son suyas. Según la psicóloga, esto desemboca indefectiblemente en el desarrollo de actitudes agresivas contra sí mismos: autoflagelación (morderse, arrancarse los cabellos, golpearse la cabeza en la pared, cortarse), sumisión y autodesvalorización. «Si se siente culpable por estorbar en la relación de sus padres, en el futuro, el chico puede llegar a pensar que no es digno de amar a nadie porque tiene un poder nato para la destrucción», alerta.
Grupo 5

Si no me obedeces...
30) ¡Te voy a golpear!
31) ¡El bicho papá te va a atrapar!
32) Nunca más me va a ver
33) ¡Te voy a poner en la calle!
34) Te voy a dejar sin comer

¿Por qué no decirlas?
Estas palabras imponen miedo o causan la sensación de peligro. En el futuro, la persona tiende a ser insegura e incapaz de luchas con la rabia, con el miedo o el pánico, algo que afecta la preservación de su vida.
¿Cómo criar a tus hijos?
Aunque no existe un modelo ideal de crianza. Todas las madres y padres están sujetos a compartir con sus hijos sinceridad y cariño. Hay que colocarse en el lugar del niño y hacerse esta pregunta: ¿Me gustaría que estuvieran haciendo esto conmigo?

Durante la crisis de llanto de un niño , es difícil actuar con racionalidad. Pero aunque los impulsos son naturales, el ejercicio de distanciarse de la situación por algunos segundos, respirar profundamente y recordar que allí tienes un niño que necesita de cariño y amor es una buena salida para evitar impactos negativos en la formación de ese pequeño.
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Artículo traducido desde el original de VIX Brasil, del autor Beatriz Helena.