
Luego de ser una estudiante universitaria, Kate se casó con el príncipe William y se unió a la lista de las pleyebas que se integraron a la realeza (ve a otras mujeres que forman parte de la lista en una serie que gratis aquí).
Así se convirtió en la duquesa de Cambridge y una de las personalidades más relevantes del Reino Unido.
Sin embargo, para poder cumplir con su rol, ella tuvo que cambiar varias cosas, entre ellas su voz.

Algunas normas de la realeza son injustas, como aquella que no permitirá que la princesa Charlotte se convierta en duquesa.
Por el contrario, otras parecen ser necesarias para mantener la imagen recatada y el prestigio de la Corona británica.
Las reglas que integran el protocolo real no sólo indican el código de vestimenta que cada uno de los miembros debe seguir, también su manera de comportarse y de hablar ante el público.

Si bien Kate y sus hermanos, James y Pippa, crecieron en una familia de clase media alta y se educaron en los mejores colegios, aún así la esposa de William tuvo que prepararse para asumir su rol como la futura reina consorte.
Se le asignó una institutriz experta en los temas de la monarquía, para capacitarla en todo lo necesario. Desde la manera adecuada de sentarse, hasta cómo tratar a los demás.
Pero hubo algo que la royal no imaginó que tendría que cambiar: su propia voz.

No es que hubiera algo malo en su manera de hablar, sino que los integrantes de la monarquía británica tienen un acento especial, conocido como received pronunciation. Éste es utilizado también por la nobleza, la aristocracia y la alta sociedad.

La duquesa no estaba habituada a emplearlo al hablar, por lo que fue preparada para adoptarlo y volverlo parte de sus conversaciones. Otras mujeres como Meghan Markle y Camilla Parker debieron atravesar el mismo proceso al sumarse a la familia de la reina Isabel.

El cambio en la personalidad de Kate
Personas que conocieron a la duquesa anteriormente, quedaron sorprendidos al verla tras su compromiso con el príncipe William. Algunos de sus ex-compañeros de la universidad declararon que ella no era tan elegante en su época de estudiante y no imaginaron que el cambio se daría tan rápido.

Sin embargo, estas modificaciones no eran opcionales, ella debía atacarlas para poder volverse parte del palacio de Buckingham, así que asumió su responsabilidad con la mejor actitud.
Lo cierto es que Kate estaba muy nerviosa por integrarse a la Corona, y fue Camilla, la esposa del príncipe Carlos, quien la ayudó a tranquilizarse. Además, le dio consejos que le fueron realmente útiles, según el documental Charles & Camilla: King and Queen in Waiting.

Ahora, Middleton es una líder ejemplar, y al verla, no imaginaríamos todo lo que pasó para llegar hasta donde está.
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