
La ciudad de Wuhan, China, fue el epicentro del nuevo brote de coronavirus COVID-19.
Su rápida propagación y el número creciente de casos pusieron alerta a la población de todo el mundo.

Al ser una nueva cepa, científicos y especialistas comenzaron a estudiar el virus: cómo actúa y sus efectos en el cuerpo humano.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que una persona puede contraer el COVID-19 por contacto con otro individuo infectado.
Asimismo, informó que el virus puede propagarse a través de las gotículas de la nariz o boca que salen al toser o exhalar, así como las que caen sobre los objetos o superficies.

Las investigaciones no descansan
Al ser un virus que se contagia fácilmente, son muchos los grupos de científicos que están trabajando para encontrar una cura o tratamiento para combatirlo.
El Instituto de Microbiología del Ejército Alemán llevó a cabo un estudio para determinar el momento en el que el coronavirus deja de ser contagioso.

De acuerdo con la investigación, publicada en la revista Nature, un paciente con COVID-19 deja de ser fuente de contagio cuando las muestras nasofaríngeas y de garganta presentan menos de 100.000 copias del genoma del virus.
Para llegar a esa conclusión, los médicos alemanes examinaron a nueve pacientes, de los cuales tomaron muestras diarias del área nasofaringe (la zona más alta de la faringe) y de esputo de la tos (material que sale de las vías respiratorias).

Desde el inicio de los síntomas y hasta 28 días después, los investigadores recolectaron muestras para conocer la evolución del virus en el cuerpo humano.
Con esto detectaron que el patógeno no sólo afecta a los pulmones, también encontraron evidencia de que se multiplica en la garganta, por lo que tanto es más fácil de transmitir.

La importancia de la carga viral
En la mayoría de los casos analizados, la carga viral en la faringe disminuyó de manera importante tras la primera semana de enfermedad, mientras que en los pulmones tardó un poco más.
Ocho días después, los expertos del instituto ya no pudieron aislar partículas infecciosas del virus. Los resultados finales determinaron que si las muestras contienen menos de 100.000 copias del genoma del virus, entonces no se pueden detectar partículas infecciosas.

Los investigadores determinaron que para saber si un paciente con COVID-19 es o no un riesgo de contagio para otras personas, depende de la carga viral en su garganta o sus pulmones.

Los autores de la investigación sugieren que los pacientes pueden ser dados de alta y hacer cuarentena domiciliaria, sólo si después del día 10 de la enfermedad se detectan menos copias del genoma del virus en los análisis.
No obstante, los científicos analizaron una muestra muy pequeña de personas con COVID-19, por lo que seguirán estudiando más a fondo respecto a su contagio.

Ante esta información, es importante no confiarse y continuar con las medidas preventivas como el aislamiento social, así como una correcta higiene para evitar propagar el virus.
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