Los asteroides son considerados como objetos celestes peligrosos para la Tierra, pero también revelan información muy valiosa para la comunidad científica, en especial sobre la creación del universo.
La NASA encontró un asteroide tan raro, que podría ser la respuesta a cómo nacen los planetas


En este contexto, la NASA publicó los resultados de su más reciente encuentro con uno de los asteroides planetesimales (cuerpos celestes formados por polvo, rocas y otros elementos espaciales) más antiguos de los que se tenga registro.
La investigación fue posible gracias a la sonda New Horizons, que está desde el 2006 en el espacio y cuyo objetivo principal fue captar las imágenes más cercanas de Plutón que se han obtenido hasta ahora, lo cual logró en 2015.
Luego de cumplir con su misión, la NASA decidió usar la sonda para estudiar los grupos de asteroides y rocas de hielo que rondan este planeta, y ahí fue donde descubrieron a Arrokoth.
De acuerdo con Mark Buie, investigador principal del proyecto, el nombre significa 'cielo' en la lengua indígena Powhatan, en honor al deseo de investigar el espacio y sus estrellas desde los inicios de la civilización.

Buie asegura que éste es un asteroide planetesimal muy interesante por su forma y tamaño, pues se pensaba que todos eran similares a rocas sueltas, debido a los choques a altas velocidades que llevan en su órbita. Sin embargo, estos hallazgos desafían todo el conocimiento actual sobre estos cuerpos.
«Los datos que obtuvimos de Arrokoth nos dieron pistas sobre la formación de planetas y nuestros orígenes cósmicos. Creemos que este ancestral cuerpo celeste, compuesto de dos lóbulos muy característicos, puede guardar el secreto para el entendimiento del origen de la vida en la Tierra.»
Por su parte, la NASA utilizó una serie de fotografías que tomó New Horizons para crear una simulación que demuestra el movimiento, la forma y los materiales de los que está compuesto.
También explicó que comprender el proceso de formación del asteroide es lo más importante, pues pareciera que ocurrió gracias a la unión de dos cuerpos celestes.
«Igual que como un fósil nos cuenta cómo evolucionaron las especies terrestres, los planetesimales nos cuentan cómo se formaron los planetas. Arrokoth parece que no fue formado por violentas colisiones, sino por un 'baile' más complicado en el que los componentes orbitaron lentamente alrededor del otro hasta que se fusionaron.»
Otro aspecto que apoya esta teoría es que el color de Arrokoth es muy similar entre los dos lóbulos, lo que significa que los dos cuerpos eran cercanos y formados por los mismos (o similares) componentes. Es decir, este asteroide pudo formar parte de una nube de polvo estelar.

¿Qué te parece este descubrimiento? Es una de las primeras veces que se puede ver un cuerpo celeste así de cercano.
mini:
Pst, pst, esto te interesará: