Carolina Lomas
27 de enero de 2020

Una extensa investigación realizada en 134 países y realizada por el economista estadounidense David Blanchflower, reveló la edad en la que somos más infelices y desdichados... y estamos casi seguros de que el resultado no te sorprenderá. ¿Quieres saber qué fue lo que descubrieron?

Blanchflower es profesor de la Universidad de Dartmouth College y es ex miembro del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra. El especialista ha dedicado gran parte de su vida a estudiar los comportamientos económicos y neurológicos de los individuos para determinar cómo estos se relacionan con sus niveles de felicidad.

Según el estudio, publicado por la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos, existe una "curva de la felicidad" que está presente en la mayor parte de los países. Esta indica el nivel de felicidad y bienestar de una persona.

Esto es sorprendente, ya que aun en contextos culturales muy diferentes, el patrón se sigue repitiendo: nos sentimos mejor en la adolescencia, somos infelices a finales de los 40 y luego valoramos la vida cuando nos acercamos a la vejez.

Básicamente, el estudio demostró que lo peor está en el medio, mientras que los momentos más felices se encuentran en la niñez, la pubertad y la adolescencia... hasta y después de los 50 años.
La extensa base de datos analizada por el especialista arrojó que, en promedio, la edad más infeliz de la gente en los países desarrollados son los 47,2 años, mientras que en los países en desarrollo es 48,2.

"Es algo que los humanos tenemos profundamente arraigado en los genes", le dice el autor del estudio a BBC "Los monos también tienen una curva de de la felicidad en forma de U".

Desde un punto de vista psicológico, hay varias teorías que pueden ser gran ayuda para explicar este fenómeno.
Una de ellas es que en la medida que las personas envejecen, aprenden a adaptarse en sus virtudes y fortalezas, al mismo tiempo que se dan cuenta de sus debilidades y disminuyen sus aspiraciones. Es decir, a esta edad se dan cuenta de lo que son buenos, pero también renuncian a muchos de los sueños que tenían de joven,

Blanchflower argumenta que esto también se relaciona con el nivel económico y la percepción de bienestar. Hacia finales de los 40, está comprobado, que la vulnerabilidad frente a un contexto económico complicado aumenta.

Esto afecta más radicalmente a personas con menor educación, desempleados con familias disfuncionales o quienes están solos y no cuentan con una red de apoyo emocional de ningún tipo. Un ejemplo son los casos de depresión que surgieron luego de la Gran Recesión en 2008 y 2009.

Jonathan Rauch, investigador del centro de estudios Brookings Institution en Washington, investigó el tema y publicó un libro con el nombre de “La curva de la felicidad: por qué la vida mejora después de los 50”
En él, además de entrevistar a expertos en distintas disciplinas a explicar este fenómeno, el autor declaró que el cerebro va experimentando cambios a medida que envejece lo que hace que cada vez se enfoque menos en la ambición, en cumplir sus sueños y en la conexiones con las demás personas.

Rauch explica también que la crisis de los 40 funciona como una brecha de expectativas, dado que muchos se percatan de que sus expectativas y metas son demasiado altas.

Si bien, los jóvenes caen en un “error de pronóstico” sobrestimando la felicidad que puede crear alcanzar varias metas, los mayores se quitan el peso de esas expectativas porque no creen cumplirlas. Es por eso que es muy importante que encuentres el equilibrio perfecto entre lo que quieres, lo que necesitas y lo que estás dispuesto a sacrificar por ello.

Nada es fácil y por eso es necesario siempre tener una actitud positiva y entusiasta, además de ser realistas con lo que de verdad queremos cumplir. Sin importar tu edad, siempre debemos creer en nosotros mismos, eso es lo que nos hace valiosos como humanos.

Para ti ¿cuál es la mejor edad para ser feliz? Cuéntanos en los comentarios.
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