Nadie quiere que su comida esté en contacto con gérmenes y bacterias, por eso es importante mantener limpios los electrodomésticos de la cocina que se utilizan para preparar alimentos, o que están en contacto con ellos como el refrigerador. Una mala limpieza de este aparato puede dar lugar a la formación de moho pero, tú no quieres que eso pase, ¿verdad? Entonces, aprende cómo limpiar un refrigerador por dentro a continuación.
Cómo limpiar un refrigerador por dentro
Limpiar una heladera es fácil, no se necesita ser un técnico en refrigeración ni tampoco productos costosos de limpieza. Solo tienes que apartar unos 30 minutos de tu tiempo para quitar todo lo que tienes dentro de la heladera, lavar los estantes y cajones, y volver a guardar todo. Si adoptas la costumbre de limpiarla una vez al mes, cada limpieza te llevará menos tiempo.
¿Qué se necesita para limpiar una heladera por dentro?

Para limpiar una heladera debes tener a mano:
- Una esponja
- Un paño de cocina
- Detergente para platos sin aroma
- Agua
- Un bowl o recipiente hondo
Pasos para limpiar un refrigerador
Antes de comenzar con la limpieza, desconecta el refrigerador del suministro de energía eléctrica. No te preocupes por la conservación de los alimentos porque solo estarán fuera algunos minutos y si tienes alimentos congelados, estos no se descongelarán porque los retires media hora del frío.
Retira todos los alimentos de la heladera y todos los estantes y partes extraíbles. Si alguna pieza no puedes quitarla porque está fija, no te preocupes –podrás hacer la limpieza de todos modos-.
Prepara una solución jabonosa para limpiar el refrigerador en un bowl con agua y unas gotas de detergente, sumerge la esponja, escúrrela un poco y comienza a tallar con ella las paredes internas de la heladera. (El frío que conserva la heladera no permitirá que la esponja deje espuma, pero igualmente limpiará las superficies). Enjuaga y repite el proceso en especial donde haya manchas o pegotes, luego seca con el paño.

Si tu refrigerador tiene estantes fijos, utiliza la esponja para tallarlos. Luego, enjuaga y sécalos con el paño de cocina. Pero si pudiste retirar los estantes, te resultará práctico lavarlos con el agua jabonosa dentro del fregadero de la cocina y enjuagarlos allí. Para finalizar, sécalos con el paño y colócalos de nuevo en su lugar.
Ahora puedes guardar en el refrigerador todos los alimentos que habías retirado al comienzo. Un consejo: aprovecha para botar a la basura aquellos alimentos que estén en mal estado o muy próximo a vencerse.
Para mantener la limpieza de la nevera tienes que limpiarla una vez al mes, pero cuando algún líquido se derrame y un alimento se caiga dentro, retira los restos de inmediato para evitar la formación de moho.